Cada vez se habla más de ellos ¡y con razón! Las plantas adaptógenas (1) tienen la capacidad extraordinaria de ayudar al organismo a combatir todos los tipos de estrés: físico, psíquico, infeccioso, metabólico (es decir relacionado con el conjunto de acontecimientos químicos y biológicos del organismo) e incluso neuroendocrino (relacionado con el sistema nervioso y con las glándulas endocrinas).
Se dice que una planta es adaptógena si responde a tres de los tipos de estrés anteriormente citados; además, todas las plantas adaptógenas tienen propiedades que permiten combatir el cansancio y defender el sistema inmunitario .
El ginseng es el adaptógeno más conocido y más explotado. Se utiliza de varias formas: fresco, en polvo o incluso en forma de extracto. Sus indicaciones son múltiples:
¡Y esta lista no es exhaustiva! No obstante, tiene contraindicaciones: el ginseng no debe administrarse a mujeres embarazadas, a los niños pequeños, a las personas que padezcan hipertensión arterial, obesidad, diarrea o mastopatía (afección de las glándulas mamarias).
Su efecto adaptógeno está relacionado con una molécula en particular, la cucurbitacina R diglucósido. Ésta ofrece a la Brionia alba propiedades útiles en las afecciones que se tratan habitualmente con corticoides: inflamaciones, alergias, poliartritis, asma, reumatismo...
La ashwagandha tiene numerosas indicaciones, relacionadas con sus actividades estimulantes y antiestrés. Se utiliza en caso de fatiga física o psíquica, pero también de insomnio, de infección, de reumatismo...
Las equináceas estimulan el sistema inmunitario en general: están indicadas para prevenir las infecciones y acortar su tratamiento.
Es un hongo también denominado reishi, cuya utilización está indicada para un gran número de situaciones: cansancio, dolor, afecciones de los músculos, infecciones, alergias, hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, colesterol, diabetes...
Esta planta de Sudamérica se utiliza desde hace mucho tiempo en el tratamiento del paludismo y de la fiebre en general. También permite combatir el cansancio, los trastornos digestivos o de apetito y los trastornos del ritmo cardiaco.
La quina no debe administrarse a mujeres embarazadas, ni a personas que estén tomando anticoagulantes.
Hay otras pantas que tienen un carácter adaptógeno (2): Rhodiola (Rodhiola Crenulata), maca (Lepidium Meyenii), eleuterococo o ginseng siberiano (Acanthopanax Senticosus), Schisandra chinensis (Schisandra Chinensis)... ¡La gran familia de adaptógenos no ha revelado todavía todos sus secretos!
Referencias
Un extracto orgánico de Withania somnifera para la salud mental y la relajación
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