En diciembre de 2018, nosotros habíamos publicado un artículo titulado “Elimine la gelatina que ha invadido su cerebro ” que demostraba la importancia de los ácidos grasos omega 3 para la preservación del cerebro y la optimización de las funciones cognitivas a lo largo del envejecimiento.
Al leerlo, usted ha aprendido varias cosas capitales:
Un nuevo estudio desvelado en una reciente conferencia muestra que esta incorporación en las membranas celulares no se hace siempre de manera óptima. En algunas personas, con un riesgo muy alto de contraer la enfermedad de Alzheimer, hay una etapa del proceso que no funciona bien: la fabricación de unas grasas determinadas que contienen los omega 3. En efecto, los ácidos grasos omega 3 no integran directamente las membranas celulares: primero deben estar combinados con otros componentes para formar los fosfolípidos, las grasas capaces de meterse en las membranas. ¡Y este ensamblaje se produce en el hígado!
El equipo de investigadores de la Universidad de Pensilvania ha mostrado que en las personas que padecen una deficiencia cognitiva ligera, problemas de memoria o de principio de la enfermedad de Alzheimer, la fabricación de algunos de estos fosfolípidos (especialmente los plasmalógenos, indispensables para el buen funcionamiento del tejido nervioso) es defectuosa. En situaciones normales, estas grasas (que contienen los valiosos omega 3) abandonan el hígado y se unen al cerebro a través de los vasos sanguíneos. Pero en los casos citados anteriormente, los investigadores han constatado niveles en circulación de éstas anormalmente bajos, señal de que la producción en el hígado está alterada .
Para uno de los autores, esta disminución de la producción probablemente acompaña al envejecimiento : “con la edad, el hígado ya no puede producir lo suficiente ”. ¡Pero varios factores pueden influir en su envejecimiento! Algunas afecciones como la diabetes y la obesidad obligan al hígado a trabajar más activamente para metabolizar los ácidos grasos, lo que lleva a un “cansancio” prematuro. También es probable que algunas personas tengan unos genes que les predisponen a una alteración más rápida del metabolismo de los lípidos en el hígado, y además estos genes están relacionados con la enfermedad de Alzheimer. En las personas debilitadas, la ingesta de complementos de omega 3 funciona menos bien ya que el hígado no es capaz de utilizar la totalidad de los valiosos recursos que le llegan. Por tanto, una parte de los omega 3 ingeridos no llegará nunca al cerebro.
Estos resultados y sus implicaciones abren un campo de investigaciones totalmente nuevo para desarrollar enfoques nutricionales preventivos de la enfermedad de Alzheimer y del deterioro cognitivo en general. Éstos animan siempre a la ingesta de complementos de omega 3: el DHA (del inglés Docosahexaenoic acid - ácido docosahexaenoico) podría reducir a la mitad el riesgo de enfermedad de Alzheimer gracias a la renovación de las membranas biológicas (1-2), pero sugieren combinarlo con medidas capaces de estimular la función hepática .
- En el mundo de los complementos, hay clasificados 3 complementos alimenticios de gran interés para optimizar la salud del hígado:
Por tanto, estos 3 ingredientes naturales constituyen alternativas muy prometedoras para estimular el hígado y, por efecto rebote, frenar el deterioro cognitivo. Éstos acompañan perfectamente a una cura de omega 3 destinada a reforzar la función cognitiva.
Combinación sugerida (durante 3 meses como mínimo) :
De 2 a 4 cápsulas al día de CDP Choline 250 mg (CDP Colina, o Citicolina, también conocida como citidina 5'-difosfocolina) .
3 softgels de Super Omega 3 al día durante las comidas.
Para las personas debilitadas o en riesgo, 3 cápsulas suplementarias de Liver Support Formula al día.
Estudio principal del artículo:
Alzheimer's Association International Conference® 2018 24-Jul-2018 Alzheimer's disease risk impacted by the liver, diet
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