Los rendimientos cognitivos disminuyen de forma natural con el envejecimiento. Pero se ha sugerido que la concentración de vitamina D podría repercutir en la función cognitiva de las personas ancianas.
Se cree que la vitamina D podría unirse a los receptores neuronales en el cerebro y desarrollar una acción antineurodegenerativa, antiinflamatoria y antioxidante. Por este motivo, es importante mantener una concentración adecuada de vitamina D para evitar cualquier deficiencia de esta vitamina que pudiera suponer un declive cognitivo.
En un estudio, se dividió en dos grupos a un total de 5596 mujeres que no tomaban ningún suplemento de vitamina D: aquellas que consumían una cantidad insuficiente de vitamina D (menos de 35 μg por semana) y aquellas que tomaban la cantidad recomendada (más de 35 μg por semana).
En comparación con las mujeres que consumían la cantidad de vitamina D recomendada, las mujeres que presentaban un consumo insuficiente, obtenían una puntuación más baja en el cuestionario de estado mental. Un consumo insuficiente se asociaba con una mayor frecuencia de problemas cognitivos.
(Neurology, Volume 74, Issue 1, Pages 27-32, doi : 10.1212/WNL.ob13e3181f6352)
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