Próstata: ay, si los hombres supieran...

Mientras que las mujeres saben a ciencia cierta que llegará el día en que tendrán que pasar por la menopausia, los hombres ignoran lo que les espera. Desconocen que, inevitablemente, serán víctimas de una inflamación lenta y progresiva de la próstata. No saben que, si no hacen nada por remediarlo, deberán confesar al médico que son «impotentes», que han perdido su masculinidad y que cada vez sufren más trastornos urinarios. Por ello, creemos que es hora de sacarlos de su ignorancia y tomar medidas frente a esta «enfermedad» que afecta directamente a sus órganos más íntimos.

El envejecimiento inexorable de la próstata

La próstata es la glándula central del aparato reproductor masculino, desde el punto de vista tanto anatómico como funcional. Contiene un 20 % de tejido muscular y un 30 % de cavidades, desempeña un papel esencial en la producción del esperma y es un elemento clave del sistema hormonal.
Su envejecimiento se debe a los factores genéticos y ambientales a los que está sometido nuestro organismo. Este envejecimiento se manifiesta de una forma bastante poco común: la próstata va creciendo a medida que pasan los años. El aumento de volumen se denomina, en las publicaciones científicas médicas, hiperplasia benigna de próstata o «adenoma prostático». Esta dolencia, considerada una patología benigna, plantea la cuestión de la normalidad: ¿a partir de cuándo un conjunto de síntomas indica una patología más que una situación normal asociada al envejecimiento? Las estadísticas son muy claras⁴:

- A los 40 años, se tiene aproximadamente un 20 % de posibilidades de sufrir hiperplasia.
- A los 60 años, el porcentaje asciende al 70 %.
- A los 90 años, los autores coinciden en que todos los hombres se ven afectados por la «patología».

Dicho de otro modo, esta supuesta «enfermedad» sería un fenómeno inevitable en la vida de un hombre. Pase lo que pase, y considerando que llegue a viejo, sufrirá hiperplasia benigna de próstata. Lo que parece más difícil es determinar la edad a partir de la cual se desencadenarán los síntomas de esta enfermedad en caso de envejecimiento «normal». Las siguientes estadísticas muestran claramente que algunas próstatas envejecen mejor que otras. Aunque nadie pueda evitarlo, parece evidente que se dispone de cierto margen de maniobra para ampliar el plazo, para ralentizar el envejecimiento de la próstata y protegerla de los ataques que sufre a lo largo de la vida. Este tiempo extra es muy importante, porque cuando uno se hace mayor, es importante contar con plenas capacidades intelectuales y físicas. Hablamos de «esperanza de vida con buena salud», que va disminuyendo a medida que pasan los años, como contraposición a «esperanza de vida» a secas. Y lo menos que podemos decir es que la hiperplasia benigna de próstata influye.

Los síntomas molestos de la hipertrofia benigna de próstata

La fisiopatología de la hiperplasia benigna de próstata no se conoce bien, pero sabemos que causa numerosos síntomas molestos6:

- Frecuencia anormalmente elevada de micciones, sobre todo por la noche.
- Incontinencia urinaria por micción urgente (necesidad urgente repentina).
- Retraso en el inicio de la micción.
- Chorro débil.
- Interrupciones frecuentes de la micción (que se efectúa a impulsos).
- Goteo después de la micción.
- Sensación de vaciado vesical incompleto.

También tenemos en cuenta los síntomas asociados a la disfunción eréctil. Debido a la presión, el esperma se acumula en el interior de la próstata justo antes de la eyaculación. Este es el principal motivo por el cual la próstata genera problemas sexuales al inflamarse. En correlación con la pérdida progresiva de testosterona (el nivel de testosterona que producen los testículos disminuye regularmente con la edad, entre un 1 % y un 2 % anual a partir de los 40 años¹), contribuye a la aparición de los siguientes síntomas:

• Disminución de la fuerza y de la masa muscular (la pérdida se estima en un 40 % entre los 20 y los 80 años)².
• Disminución de la pilosidad pubiana y axilar.
• Aumento de la sudoración y los sofocos.
• Disminución del tamaño de los testículos.
• Alteración de todas las fases de la relación sexual³: - Se tarda más en lograr la erección y se necesitan mayores estímulos.
- Disminuyen las secreciones que preceden a la eyaculación.
- El orgasmo es más corto.
- La expulsión de esperma es menor y menos densa.
- El regreso al estado normal del pene es más rápido y aumenta el período refractario (período que sigue a la eyaculación, durante el cual es imposible el orgasmo).

Los primeros cambios en la próstata ocurren a los 30 años. Sin embargo, estas modificaciones no desencadenarán síntomas hasta los 50 años en 1 de cada 2 hombres. En hombres mayores de 60 años, los problemas de micción representan cerca del 50 % de los problemas de salud. Asimismo, a partir de esa edad, la intervención más corriente es la prostatectomía.

Tratamientos alternativos de los que no se habla

Hace aproximadamente 10 años, solo existían dos tratamientos oficiales, por así decirlo: la vigilancia y el tratamiento quirúrgico. En concreto, nos contentábamos con esperar el momento en que los síntomas se hicieran insoportables para proceder a la intervención quirúrgica, eficaz pero plagada de efectos secundarios. En la actualidad, existen dos terapias con medicamentos. Estas terapias disminuyen los síntomas asociados a la hiperplasia benigna de próstata... ¡pero provocan otros! Entre los efectos secundarios, observamos eyaculaciones retrógradas (hacia la vejiga), pérdida de virilidad y disminución del volumen espermático.
Los preparados a base de plantas son, evidentemente, los «medicamentos» más antiguos, pero su uso es controvertido. Pese a la publicación de numerosos trabajos reconocidos internacionalmente, los tratamientos fitoterapéuticos no figuran siempre en el arsenal terapéutico propuesto por los médicos. A saber por qué…

El lector precavido, por contra, sabe que estos preparados a base de plantas son de lo más eficaz y presentan pocos efectos secundarios. Desafortunadamente, este tipo de lector es poco común. La gran mayoría de los hombres se contenta con escuchar pasivamente a los medios de comunicación y los consejos de su médico de familia. La protección de su independencia y su virilidad no figura en absoluto entre sus prioridades... hasta el día en que aparecen síntomas desconocidos, esos mismos que acabamos de enumerar. Para cuando admita que tiene un problema de verdad y se decida a contárselo a un médico, la próstata habrá crecido y los síntomas habrán empeorado.

El médico le examinará y le confirmará que presenta todos los signos de la hiperplasia benigna de próstata. Algunas pruebas después, entre las que figura el célebre tacto rectal, sabrá si debe tratarse con medicamentos, operarse o esperar a que sus síntomas empeoren para que se pueda hacer algo. Algunos médicos, raros abanderados de una medicina centrada en ella misma, le hablarán de productos naturales. Pero, para la gran mayoría que no se beneficiará de estos consejos, creemos que es nuestro deber mencionárselos, con el respaldo de estudios científicos. A continuación le mostramos una selección de los cinco mejores productos de fitoterapia para combatir el aumento del volumen de la próstata y reducir los síntomas asociados con este envejecimiento.

- Las bayas de palmito enano. Decenas de estudios han concluido que el palmito enano reduce de forma significativa los síntomas de la hipertrofia benigna de próstata. Las bayas son imprescindibles, ya que son tan eficaces como muchos medicamentos, pero sin sus efectos secundarios (¡que son muchos!)^8-14.
- El pygeum. Conocido también con el nombre de ciruelo africano, el pygeum está indicado también para aliviar los síntomas asociados a la hipertrofia benigna de próstata. Desde los años 70, los estudios que confirman esta tesis se han extendido en la comunidad científica¹⁵.
- El beta-sitosterol. Este tipo de fitosterol permite, sobre todo, mejorar el flujo urinario, por lo que genera cierto alivio¹⁶.
- La raíz de ortiga. Numerosos estudios han permitido demostrar que la raíz de ortiga, en forma de extracto normalizado, alivia los problemas urinarios asociados a la hipertrofia benigna de próstata^17,20.

En caso de sufrir síntomas de ligeros a moderados, o simplemente como medida de prevención, puede aprovechar estos productos naturales por separado o beneficiarse de una fórmula sinérgica que los contenga todos, como ProstaNatural Formula. Para retardar la aparición, también dispone de varias medidas preventivas:
- Practique, sin falta, una actividad física adaptada a su condición. La inactividad contribuye indiscutiblemente a la hipertrofia benigna de próstata^21,22.
- Adopte hábitos de alimentación saludable. Como ya sabe, la alimentación desempeña un papel clave en el envejecimiento del cuerpo, y el caso de la próstata no es una excepción. Consuma libremente alimentos ricos en antioxidantes (fruta, verdura, nueces, etc.), sin pesticidas y evite el exceso de proteínas animales, azúcar y ácidos grasos saturados, conocidos por acelerar el envejecimiento.

- Tómese el tiempo necesario para vaciar bien la vejiga en cada micción y procure orinar sentado, si no le resulta incómodo. Establezca una rutina previendo momentos para ir a orinar, por ejemplo, a horas más o menos fijas (al despertarse, después de comer, etc.) o cada 4 horas.

- No reduzca su consumo de agua diario; en su lugar, puede repartirlo mejor disminuyendo el aporte por la noche si ya tiene síntomas. Modere el consumo de alcohol, que reduce la sensación de tener ganas de orinar, y de café, que contribuye a inflamar la próstata.

«Se envejece según se vive »

Los problemas de próstata son particularmente duros para los hombres de más de 50 años. La mayoría de ellos lamentan no haber prestado atención a este órgano tan discreto. Cuando se les pregunta, todos afirman que pensaban que los problemas de la próstata solo afectaban a una parte de la población masculina, a los que tenían mala suerte. Si lo hubieran sabido... Y usted, que ya es consciente de ello, ¿cuidará ahora de su próstata?

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Références
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