En la India, el cúrcuma se utiliza para tratar una gran variedad de indisposiciones entre las que se encuentran problemas digestivos, trastornos inflamatorios, dolores de cabeza, infecciones o resfriados. Es a los curcuminoides de la cúrcuma, y en particular a la curcumina, a los que se deben sus múltiples efectos beneficiosos en el conjunto del organismo. Desde la mejora de la función digestiva hasta sus potentes efectos antiinflamatorios articulares, pasando por el estímulo de los procesos de desintoxicación hepática, ¡los extractos estandarizados de cúrcuma longa deben ocupar un lugar por derecho propio en su farmacia natural!
Contra los trastornos digestivos
Un estudio de doble ciego, realizado en Tailandia, comparó los efectos de 500 mg de curcumina administrados cuatro veces al día con los de un placebo. En total, participaron en el estudio 116 personas. A los 7 días de tratamiento, el 87% de las personas del grupo “curcumina” constataron una desaparición total o parcial de los síntomas de dispepsia frente al 53% del grupo del placebo
1.
En este caso, los suplementos de cúrcuma pueden tomarse durante la comida, solos o en asociación con
enzimas digestivos tomados al comienzo de cada comida.
En la desintoxicación hepática y las enfermedades del hígado asociadas al alcohol
Durante un estudio, cuatro grupos de animales fueron tratados durante un mes: uno recibió aceite de pescado y etanol (PE), el segundo aceite de pescado y dextrosa (PD), el tercero aceite de pescado y etanol (PE) con curcumina y el cuarto aceite de pescado y dextrosa (PD) con curcumina.
Los investigadores constataron que las ratas alimentadas con PE tenían un “hígado graso”, necrosado e inflamado. Paro el tratamiento con la curcumina prevenía la necrosis y la inflamación provocadas por el alcohol. El grado de grasa hepática también disminuyó en las ratas que recibieron curcumina y no hubo ninguna indicación de que hubiese lesiones hepáticas en estos dos grupos. Según los investigadores, este estudio ha mostrado por primera vez que la curcumina previene la enfermedad hepática alcohólica.
Así pues, la curcumina posiblemente previene las patologías del hígado asociadas al alcohol, por lo menos parcialmente, al inhibir la peroxidación de los lípidos y al activar el factor nuclear Kappa-B (NF-KB), implicado en una gran cantidad de tejidos sensibles al alcohol.
En el curso de otra investigación, unos investigadores descubrieron que la curcumina disminuía el estrés oxidativo provocado por un tricloroetileno en el hígado de los ratones. Sus efectos beneficiosos parecían asociados a su capacidad para frenar el aumento de los niveles celulares de peroxisoma, un componente asociado a la utilización de oxígeno por las células
2, y para estimular la síntesis del glutatión
3.
En estas indicaciones, los suplementos de cúrcuma pueden complementar perfectamente la acción de la
SAM-e o incluso la del
Desmodium y de la
Silymarine.
Para equilibrar el balance lipídico
Desde hace varios años, llevan estudiándose ampliamente las capacidades de la cúrcuma para disminuir los niveles de colesterol. En efecto, ésta disminuye los niveles de colesterol al interferir en su absorción intestinal, acelerando la movilización del colesterol periférico y tisular hacia el hígado y aumentando su eliminación a través de las sales biliares.
Un estudio indio ha mostrado que en 10 voluntarios que tomaban curcumina, los niveles de HDL (del inglés High density lipoproteines – lipoproteínas de alta densidad) aumentaron en un 29% en solamente 7 días. Al mismo tiempo, el colesterol total disminuía un 11,6% y la peroxidación lipídica se reducía un 33%
4.
Los suplementos de cúrcuma encuentran así su lugar para limitar el colesterol total y aumentar el colesterol de las HDL, con la levadura de arroz rojo (
Red Yeast Rice Extract), el
policosanol o el
Sytrinol™.
La oxidación del colesterol de las LDL (del inglés Low density lipoproteines – lipoproteínas de baja densidad) también desempeña una función importante en el desarrollo de la aterosclerosis. Unos investigadores han informado de que la curcumina, in vivo, tenía no solo la capacidad de disminuir los niveles de colesterol total y de colesterol de las LDL, sino también que ésta puede tener un efecto protector en la prevención de la lipoperoxidación de las membranas subcelulares.
4.
En España, unos médicos dieron a 18 conejos una alimentación rica en colesterol para provocar una aterosclerosis. A continuación se les dividió en tres grupos: el primero recibió 1,66 mg de curcumina por kilo de peso, el segundo 3,2 mg y el tercero sirvió de grupo de control. Al cabo de 7 semanas, los investigadores constataron que en el grupo alimentado con la dosis menor de curcumina, la sensibilidad de las LDL a la oxidación había disminuido y que los dos grupos que recibieron suplementos tenían niveles más bajos de colesterol
5.
Una potente acción antiinflamatoria
… A nivel cardiovascular
Un metaanálisis
6, que incluía un total de más de 350 personas examinó los efectos de los curcuminoides en los niveles de proteína C-reactiva (CRP – del inglés C reactive proteine) de los participantes. La CRP es un marcador esencial de la inflamación y un factor de riesgo en las enfermedades cardiovasculares y la aterosclerosis.
Según el análisis de resultados de los diversos ensayos clínicos, en comparación con el grupo que recibió el placebo, la ingesta de suplementos de curcuminoides está asociada a una reducción significativa de niveles de CRP en los estudios realizados durante un mínimo de cuatro semanas. Los mecanismos implicados posiblemente son la supresión de la producción y de la liberación de citosinas proinflamatorias.
Asociar suplementos de
tocotrienoles con extractos estandarizados de cúrcuma posiblemente permite una doble acción sinérgica y eficaz contra la aterosclerosis.
…A nivel de las articulaciones
Un estudio preliminar con personas que padecían poliartriris reumatoide ha mostrado que la curcumina reducía la inflamación y algunos síntomas como el dolor y la rigidez
7.
La curcumina es capaz de bloquear a la vez las vías de la Cox-2 y las de la Lox en la inflamación al modular directamente el metabolismo del ácido araquidónico. También tiene la capacidad de inhibir la activación de un factor de transcripción, el NF-kB, un potente inductor de la inflamación crónica
8.
Las propiedades antiinflamatorias de la curcumina se han estudiado en un estudio de doble ciego con 49 pacientes que tenían poliartritis reumatoide. Un grupo recibió 1.200 mg al día de curcumina durante un periodo de 5 a 6 semanas, mientras que el otro recibía fenilbutazona (300 mg/día), un medicamento antiinflamatorio. Se observaron mejoras significativas en los dos grupos, con una disminución de la rigidez matinal, un aumento de la duración de la marcha y una mejora de la aparición de la fatiga y de la hinchazón de las articulaciones comparable en los dos grupos
9.
Las personas que padecían artritis podían aliviar eficazmente sus dolores tomando suplementos de cúrcuma con
glucosamine,
condroitina y suplementos de
MSM.
Una arma antioxidante para el cerebro
El organismo humano posee algunos genes que regulan la actividad antioxidante. Uno de estos genes, la hemeoxigenasa -1 (HO-1), se supone que defiende las células del cerebro expuestas a las agresiones radicales. En estudios precedentes, la curcumina, en las células de rata, estimulaba la expresión y la actividad de HO-1, lo que indica que este compuesto podía ayudar a detener los efectos de la oxidación.
Por tanto, unos investigadores han examinado los efectos neuroprotectores de la curcumina y su capacidad para provocar la respuesta de la HO-1 en cultivos de neuronas del hipocampo. El tratamiento con curcumina ha tenido como resultado un aumento de la expresión de la HO-1 así como una expresión más importante de las enzimas antioxidantes. La preincubación de las células en la curcumina aumentaba la resistencia de las células a las lesiones oxidativas.
Según los investigadores, la curcumina podría utilizarse con fines terapéuticos como un potente inductor de la HO-1 que posiblemente puede proteger las células del cerebro contra las lesiones oxidativas
10.
En otro estudio, se trató a unas ratas con estreptozotocina para provocar en su cerebro lesiones oxidativas utilizadas como modelo experimental de demencia. A continuación, los animales recibieron 80 mg por kg de curcumina o un placebo durante 3 semanas. Al cabo de dos semanas de tratamiento con la estreptozotocina, las ratas mostraron déficits cognitivos significativos. El rendimiento de los animales que habían recibido curcumina mejoró significativamente en relación con el de los animales del grupo de control. Además, los marcadores de estrés oxidativo de los animales que habían recibido suplementos disminuyeron claramente. La curcumina también aumentó los niveles de glutatión y de las enzimas responsables de su regeneración en regiones específicas del cerebro, incluidos el hipocampo y la corteza cerebral. Además, ésta aumentó la actividad de la colina acetiltransferasa, una enzima importante para la síntesis de la acetilcolina. Niveles reducidos de la acetilcolina se supone que desempeñan una función en la enfermedad de Alzheimer
11.
En este campo, puede ser deseable asociar a los extractos de cúrcuma moléculas eficaces que completen sus efectos como la
fosfatidilserina, la
huperzina A o incluso la
vinpocetina.
Una protección contra el Alzheimer
La acumulación de proteínas betaamiloides en el cerebro es una de las características de la enfermedad de Alzheimer. La proteína betaamiloide es en realidad una proteína mal formada. Los macrófagos son habitualmente capaces de identificar estas proteínas mal formadas, de devorarlas y destruirlas. Pero, por razones todavía no totalmente identificadas, no logran reconocer la proteína betaamiloide y por tanto eliminarla.
Unos investigadores, trabajando con ratones de laboratorio cuya alimentación se había enriquecido con curcumina, observaron que este nutriente era capaz de reducir los depósitos de esta proteína en el cerebro y de aumentar su eliminación. El hecho de que la curcumina traviese con facilidad la barrera hematoencefálica y se asocie directamente a las placas ciertamente desempeña una función importante en su capacidad para eliminarlas
12.
Además, cuando éstos añadieron pequeñas dosis de curcumina a proteínas humanas betaamiloides en tubos de ensayo, constataron que la curcumina impedía que las proteínas se agregasen y bloqueaba la formación de fibras de amiloide que constituyen las placas.
Estos resultados sugieren que la curcumina posiblemente puede ser capaz a la vez de “tratar” la enfermedad de Alzheimer y de disminuir el riesgo de desarrollar esta enfermedad
13.
Otros estudios han venido a apoyar estos resultados, ya que unos investigadores examinaron la actividad antiamiloide de los macrófagos seleccionados en pacientes afectados por la enfermedad de Alzheimer. Después de la incubación en laboratorio con la curcumina, la absorción de la proteína betaamiloide por los macrófagos de la mitad de los sujetos aumentó significativamente. Los curcuminoides refuerzan la relación de los macrófagos con las proteínas betaamiloides y la vitamina D posiblemente puede estimular la absorción de la proteína betaamiloide por los macrófagos en la mayoría de los pacientes.
14.
Así pues, la curcumina posiblemente puede tener un efecto protector contra el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, e incluso podría ayudar a revertir el proceso de la enfermedad una vez que ésta aparece.
15.
La ingesta de cúrcuma puede resultar incluso más eficaz si se asocia a la de
PQQ (Pirroloquinolina quinona) y a la de la
Coenzima Q10.
Beneficios en caso de insuficiencia cardíaca
La insuficiencia cardíaca se produce cuando el corazón ya no puede bombear sangre eficazmente. Ésta puede conducir a una hipertrofia del músculo cardíaco que va acompañada de síntomas como el cansancio y las hinchazones.
Unos investigadores japoneses han probado la curcumina en dos modelos de insuficiencia cardíaca: una enfermedad cardíaca asociada a una presión arterial elevada en ratas sensibles a la sal y en ratas a las que se les había inducido químicamente un infarto de miocardio. En los dos casos, la curcumina previno el aumento del espesor de la pared del músculo cardíaco provocado por la insuficiencia cardiaca. Los investigadores han atribuido el mecanismo de la curcumina a la inhibición de una encima, la p300 HAT (histona acetiltransferasa).
En un segundo estudio, un equipo canadiense describe la utilización de la curcumina en un modelo de ratón con insuficiencia cardíaca y en unos cultivos de fibroblastos y de células cardíacas de ratas. La curcumina ha permitido prevenir la hipertrofia del músculo cardíaco y ayudar a invertirla en los animales que recibieron suplementos, incluso cuando el tratamiento comenzó dos semanas después de la inducción de la insuficiencia cardíaca. Además, han observado que la curcumina obstaculizaba la actividad de la p300 HAT
16.
En caso de insuficiencia cardíaca, no hay que dudar en tomar sinérgicamente extractos de curcumina y suplementos de
taurina y de
astragaloside IV.
Virtudes contra la diabetes
En un estudio, unos investigadores utilizaron ratones machos alimentados con una alimentación rica en grasas para provocar obesidad y unos ratones hembras obesos deficientes en leptina. Como grupo de control se utilizaron unos ratones normales delgados, alimentados con una alimentación baja en grasas. Los animales se dividieron en dos grupos; recibieron durante 5 semanas una alimentación enriquecida o no con una alta dosis de curcumina.
Según los resultados de las pruebas de tolerancia a la glucosa, a la insulina y la glucemia, los ratones que recibieron una alta dosis de curcumina tenían un riesgo menor de desarrollar diabetes. Además, éstos han experimentado una pequeña pérdida de peso y de masa grasa, incluso cuando su consumo de calorías era idéntico o superior al de los animales que no recibieron curcumina. Los ratones obesos que habían recibido curcumina también tenían menos inflamación en el hígado y los tejidos grasos que los animales que no la habían absorbido.
La inflamación posiblemente desempeña una función en el desencadenamiento de la diabetes y de la obesidad, y los investigadores sugieren que la curcumina ayuda a prevenir la diabetes al reducir la inflamación que se produce en la obesidad.
Así pues, la curcumina posiblemente puede no sólo mejorar la sensibilidad a la insulina de los músculos y del hígado, sino también limitar algunos efectos nefastos de la obesidad al reducir el número y la actividad de las citocinas inflamatorias producidas por las células inmunitarias de los tejidos grasos que pueden poner en peligro los islotes del páncreas productores de insulina
17.
Para mejorar la sensibilidad de las células a la insulina, generalmente se recomienda asociar los extractos de cúrcuma a la
berberina que desempeña también una función clave en la prevención y el tratamiento natural de esta patología.
Una ayuda para combatir las patologías oftálmicas
…La uveítis anterior crónica
Se trata de una inflamación de la pared vascular del ojo y especialmente de la región que comprende el iris. Se administraron 375 mg de curcumina tres veces al día por vía oral durante 12 semanas a pacientes que tenían una uveítis anterior crónica. Al cabo de 12 semanas de tratamiento, los síntomas habían mejorado en el 90% de los pacientes que terminaron el estudio.
En otro estudio, 32 pacientes que padecían esta patología fueron divididos en dos grupos. Uno recibió simplemente curcumina, el otro una combinación de curcumina y un tratamiento antituberculoso. Asombrosamente, todos los pacientes tratados con sólo curcumina constataron una mejora frente al 86% de los que recibieron el tratamiento combinado. Los investigadores concluyeron que la curcumina era tan eficaz como una corticoterapia, el único tratamiento crónico disponible actualmente para tratar la uveítis anterior crónica. Éstos añadieron que la ausencia de efectos secundarios de la curcumina era su mayor ventaja en relación con los corticosteroides
18.
…Las cataratas
Un estudio realizado con ratas y conejos ha mostrado que la curcumina inhibía eficazmente la formación de cataratas provocadas químicamente, incluso a dosis pequeñas
19. Otro estudio efectuado con ratas, durante 14 días también ha demostrado que en las personas que recibieron suplementos de cúrcuma, los cristalinos eran mucho más resistentes a la opacificación provocada que los cristalinos de los animales del grupo de control
20.
La ingesta de suplementos de
luteina y
zeaxantina protege del desarrollo y el avance de las cataratas y por tanto puede perfectamente actuar en sinergia con los extractos de cúrcuma estandarizados en curcumina.
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