Veinte minutos en contacto con la naturaleza son suficientes para reducir los niveles de las hormonas del estrés

Éste es el resultado de un estudio (1) publicado recientemente por unos investigadores de la Universidad de Michigan. Estar en la naturaleza durante un periodo de 20 a 30 minutos seguidos es suficiente para reducir de manera eficaz el nivel de cortisol, conocido como “la hormona del estrés”.

El cortisol, la hormona central del mecanismo del estrés

Para una persona, una situación estresante necesita energía, lo que provoca un desequilibrio del organismo. Para responder a ésta, las glándulas suprarrenales, que se encuentran a la altura de los riñones, secretan el famoso cortisol: esta hormona va a desencadenar la movilización de las reservas de azúcar, controlar su buena utilización en el cuerpo y activar la producción de glúcidos especialmente a la altura del hígado.

Es decir, ¡para el organismo, es precisamente el azúcar el que representa la energía necesaria para la respuesta al estrés! Observar el nivel de cortisol directamente en la saliva de una persona permite tener una imagen fiable de su estado de estrés .

Unos participantes invitados a crear su propia experiencia con la naturaleza

Durante 8 semanas, los investigadores de la universidad de Michigan pidieron a los participantes que pasaran un rato en la naturaleza por lo menos 3 veces por semana durante 10 minutos o más. ¿Cómo definir un momento pasado en la naturaleza? La respuesta a esta pregunta se dejó en manos de los participantes: un lugar al aire libre en el que cada persona del estudio tuviera la impresión de tener suficientes elementos naturales como para sentirse en la naturaleza; sentados, caminando o una mezcla de los dos. Una libertad de acción útil para calcular el estrés en el marco de unas vidas con una agendas muy apretadas y a veces imprevisibles.

No obstante, se impusieron algunos límites para homogeneizar la experiencia y minimizar las influencias exteriores en el nivel de estrés de los participantes: no debía haber conexión de internet – por tanto no debía haber redes sociales, llamadas telefónicas ni conversación de ningún tipo, ni tampoco lectura.

Unos niveles de cortisol reducidos después de pasar un rato en la naturaleza

Los resultados son indiscutibles: 20 minutos en la naturaleza son suficientes para reducir el nivel de cortisol en la saliva. Si la experiencia dura entre 20 y 30 minutos, el cortisol sigue estando reducido, para una eficacia máxima. Al cabo de 30 minutos, el nivel sigue bajando, pero más lentamente. Estar sentado o en movimiento no afecta a los resultados.

Éstos aportan elementos valiosos sobre los efectos del tiempo pasado en la naturaleza y sobre las características útiles de esta experiencia de estar “inmerso en la vegetación”. Esto permite considerar a ésta como un elemento terapéutico eficaz (¡y gratuito!) en el control del estrés; no solamente para las personas que viven cerca de la naturaleza, sino también para los ciudadanos que pueden beneficiarse de espacios naturales en sentido amplio. ¡Tanto en la ciudad como en el campo, cada persona puede encontrar en su entorno su “dosis eficaz de naturaleza”!

Estudio en el que está basado el artículo:

1. MaryCarol R. Hunter, Brenda W. Gillespie, Sophie Yu-Pu Chen. Urban Nature Experiences Reduce Stress in the Context of Daily Life Based on Salivary Biomarkers. Frontiers in Psychology. Vol 10, n° 722. 2019.