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07-08-2019

La disbiosis: ¿un factor de riesgo de enfermedad autoinmune?

microbiota Se habla de disbiosis cuando hay un desequilibrio de la microbiota intestinal. También conocida con el nombre de flora intestinal, esta microbiota participa en el buen funcionamiento del organismo. Este equilibrio contribuye especialmente al bienestar digestivo y a la defensa del organismo. Desafortunadamente, este equilibrio está perturbado diariamente por múltiples agentes patógenos. Una llegada o una instalación masiva de gérmenes patógenos pueden conducir a un desequilibrio. Esta disbiosis puede ser la causa de complicaciones para la salud. Una disbiosis podría especialmente estar implicada en el desarrollo de enfermedades autoinmunes.

Una disbiosis cuando hay enfermedades autoinmunes

Estos últimos años, numerosos estudios nos han permitido comprender mejor la importancia del equilibrio de la microbiota intestinal. Ya se están realizando trabajos para evaluar el riesgo de un desequilibrio, que se denomina disbiosis. Un estudio aparecido en 2017 en la revista BMJ Open Gastroenterology1, ha evidenciado especialmente una disbiosis en las personas que padecen una enfermedad autoinmune: la esclerodermia (también denominada esclerosis) sistémica. Esta afección se caracteriza por una alteración de las arteriolas, de los microvasos y de los tejidos conjuntivos. Al desarrollarse esta enfermedad, puede conducir progresivamente a una pérdida de funcionalidad de los órganos y de los tejidos afectados. Aunque esta enfermedad sea rara, hay una gran prevalencia de la misma en ciertos países del mundo, especialmente en Norteamérica y en Australia.

El impacto de una disbiosis en pacientes que padecen esclerodermia sistémica

Comparación de tres grupos de pacientes
En su estudio, los investigadores se han interesado en tres grupos de personas:
    - Un primer grupo, considerado como el grupo control, compuesto de adultos que no presentaban ningún signo de enfermedad autoinmune;
    - Un segundo grupo compuesto por pacientes adultos afectados por una esclerodermia sistémica y originarios de Los Ángeles en Estados Unidos;
    - Un tercer grupo compuesto por pacientes adultos que padecían una esclerodermia sistémica y originarios de Oslo en Noruega.
Los investigadores decidieron evaluar el estado de la microbiota intestinal de estas diferentes personas.

La disbiosis implicada en la enfermedad autoinmune
Al analizar la microbiota fecal de los tres grupos, los investigadores constataron diferencias significativas. En comparación con los miembros del grupo control, los pacientes que padecían una esclerodermia sistémica presentaban:
    - Una microbiota con niveles más bajos de gérmenes comensales no patógenos, como bacterias de los géneros Bacteroides, Faecalibacterium, o Clostridium.
    - Una microbiota con niveles más importantes en gérmenes patógenos.
Esta constatación hace pensar que la disbiosis podría estar implicada en el desarrollo de las enfermedades autoinmunes.

Soluciones para combatir la disbiosis

A pesar de la identificación de una disbiosis importante en los pacientes que padecen una esclerodermia sistémica, los investigadores han hecho un descubrimiento alentador. Los síntomas digestivos eran menos graves en los pacientes cuya microbiota presentaba un nivel más importante de ciertos gérmenes comensales. Esta actividad beneficiosa recuerda a la de los probióticos, unos microorganismos beneficiosos para el organismo y conocidos por mantener o restablecer el equilibrio de la flora intestinal.

Según este estudio, un desequilibrio de la flora intestinal estaría implicado en ciertas enfermedades autoinmunes. Los resultados de los investigadores sugieren que esta disbiosis podría ser incluso un factor de riesgo para el desarrollo de ciertas enfermedades. Este estudio se une a los numerosos trabajos realizados sobre los efectos de la microbiota intestinal en las defensas del organismo. Así pues parece esencial mantener el equilibrio de la flora intestinal para reforzar el sistema inmunitario. Para ello, es posible contar con los probióticos, algunos de los cuales son conocidos por su actividad inmunoestimulante. Ése es el caso de la cepa Bacillus subtilis, disponible como complemento nutricional.



> Fuente:
1. Elizabeth R Volkmann et al., Systemic sclerosis is associated with specific alterations in gastrointestinal microbiota in two independent cohorts, BMJ Open Gastro 2017.
Encargar el nutriente citado en este artículo
Bacillus Subtilis

Una cepa de bacteria probiótica con capacidad inmunoestimulante confirmada

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