Moral baja, cansancio, falta de ánimo, dificultades para enfrentarse a las diversas situaciones de estrés, ya sean estas físicas o psicológicas. La depresión estacional acecha a los organismos más frágiles. ¡Ya es hora de reaccionar!
Paralelamente a las sesiones de luminoterapia y a la práctica de una actividad física al aire libre si es posible, hay plantas específicas reconstituyentes, capaces de controlar mejor el estrés cotidiano y de devolver la energía necesaria para no hundirse en la tristeza invernal. Estas plantas reagrupadas bajo el calificativo de « adaptógeno » provienen de los cuatro rincones del globo (la India, Perú, China, Corea…), teniendo cada una de ellas sus propias particularidades, pero un objetivo común: estimular al organismo en estos periodos fríos y poco soleados y aumentar su capacidad para resistir a los efectos de una vida demasiado activa.
Este concepto de sustancias adaptógenas se debe a Nicholai Lazarev, un investigador soviético. Desde el comienzo de la segunda guerra mundial su objetivo fue encontrar sustancias naturales capaces de detener el cansancio de los soldados y de mejorar su rendimiento. Sus primeros hallazgos se centraron en sustancias estimulantes, y aunque eran muy eficaces en un momento determinado, no estaban exentas de peligro a largo plazo.
Así pues, diversas plantas se demarcaron de las demás debido a que eran capaces de aumentar las capacidades físicas y mentales sin estimular en exceso, y sin agotar al organismo a largo plazo, regulando numerosos órganos y funciones fisiológicas. De esta manera nació el concepto de sustancias adaptógenas.
Según la definición, un adaptógeno es
“una sustancia que aumenta de manera general y no específica la resistencia del organismo frente a las diversas agresiones (físicas, químicas o biológicas) y situaciones estresantes que le afectan sin desencadenar (o poco) reacciones hormonales”.
Las plantas que figuran a continuación responden por tanto precisamente a esta definición, ya que éstas aumentan la capacidad física y mental, sin estimular en exceso, y proporcionan energía y un mayor bienestar rápido al ingerirlas:
La Ashwagandha (Withania, Ginseng indio u Orovale)
La raíz de Withania somnifera contiene flavonoides y específicamente withanólidos conocidos por combatir el estrés y fortalecer el organismo, luchando a la vez contra el cansancio intelectual.
Los estudios realizados sobre este “ginseng indio” indican que tiene una acción relajante, calmante y que mejora de manera significativa los estados de nerviosismo, de ansiedad y de cansancio mental. Además, los alcaloides que contiene, somnina y somniferina, permiten restablecer un sueño de calidad.
Para una máxima eficacia, es preferible elegir un extracto patentado de raíz de ashwagandha (KSM-66)®, estandarizado a 5% de Withanólidos, e ingerir el equivalente de 600mg diarios repartidos a lo largo del día. En efecto, el procedimiento de extracción específico que no utiliza alcohol, ni sustancias químicas, permite conservar la integridad de los constituyentes presentes de forma natural en la raíz entera.
La Maca
Este “Ginseng peruano”, de nombre latino Lepidium meyenii, es tradicionalmente conocido por devolver vigor y energía a todos los que la consumen. Esta planta en forma de nabo, que pertenece a la familia de la mostaza, crece en la cordillera de los Andes y se utiliza tradicionalmente para combatir el síndrome de cansancio crónico y para estimular los niveles de energía global y la fuerza.
Unas investigaciones sugieren que esta planta peruana antifatiga posiblemente favorece el buen funcionamiento de las glándulas suprarrenales.
Sus extractos estandarizados en macamidas y macaenos no sólo se utilizan por sus propiedades vigorizantes, sino también por su capacidad para estimular la vitalidad sexual.
El consumo de maca en forma de extractos estandarizados es seguro, incluso a dosis elevadas y durante periodos prolongados, en cada época de la vida desde la adolescencia.
El Ginseng (Ginseng panax)
Es sin duda el adaptógeno más conocido y la planta líder indiscutida de la medicina china. Globalmente, restaura el equilibro físico, intelectual y emocional y además es muy conocida por su acción sobre el tono muscular, la energía, la libido y la reducción del estrés.
El Radix Panax Ginseng C.A. Meyer es el único ginseng inscrito en la farmacopea. Sus mecanismos de acción está lejos de haber sido totalmente elucidados, pero sus efectos terapéuticos se atribuyen a sus principios activos, los ginsenósidos. Por cierto, a día de hoy se cuentan más de cuarenta ginsenósidos activos.
Éstos actúan por diferentes mecanismos de acción y se piensa que cada ginsenósido posiblemente tiene sus propios efectos específicos según el tejido donde actúa. Al regular algunos órganos (especialmente el eje hipotálamo-hipofisario y las suprarrenales) y múltiples funciones fisiológicas – sin estimular excesivamente ni frenar las funciones normales – proporciona un efecto general tonificante, y sin efecto recaída.
No obstante, el contenido de ginsenósidos del ginseng puede variar según la especie de que se trate, la edad de la planta, la parte de la planta, el método de conservación, la estación de la cosecha y el método de extracción. Así que no todos los extractos de Radix panax ginseng son equivalentes y el porcentaje de estandarización de ginsénosidos es primordial para una eficacia óptima. Éste debe situarse aproximadamente a 30% de 20 a 30% de ginsenósidos.
Por tanto, se puede considerar una cura de un mes en caso de depresión estacional a fin de hacer frente a las múltiples exigencias de la vida diaria.
La Rhodiola
La Rhodiola rosea tiene efectos psicoestimulantes y reduce así los síntomas depresivos de ligeros a moderados. Esta planta siberiana adaptógena es capaz de aumentar la resistencia, las capacidades cognitivas y el vigor sexual. Es una de las primeras plantas adaptógenas estudiadas en la década de 1960 por los científicos rusos y escandinavos.
Ésta estimula el metabolismo energético celular y también actúa reduciendo la concentración de diversos metabolitos producidos en el seno del organismo como consecuencia del estrés, y especialmente el factor liberador de la corticotropina (CRF por sus siglas en inglés - Corticotropin Releasing Factor), conocido por la función que desempeña en el cansancio mental.
Para conseguir efectos rápidos reales hay que contar con extractos estandarizados en rosavina y salidrosida.
La Schisandra
La baya roja de Schisandra sinensis que crece en el norte de China se utiliza tradicionalmente para restablecer la vitalidad, el aguante, la resistencia física, intelectual y sexual. Ésta contiene una sustancia, la schisandrina, capaz de aumentar la resistencia física e intelectual, de modular los niveles de cortisol observados en casos de estrés crónico, de estimular la actividad de las glándulas corticosuprarrenales y de esta manera aumentar la vitalidad.
Así pues, se aconsejan los extractos estandarizados de schisandra, a razón de un gramo al día, en caso de agotamiento y pueden utilizarse durante periodos prolongados – de varias semanas a varios meses – sin efectos secundarios ni contraindicaciones.
El Eleuterococo (Ginseng siberiano)
Éste Ginseng siberiano (Eleutherococcus senticosus o Acanthopanax) es originario del norte de China y de Siberia. Es un adaptógeno adrenérgico fabuloso que permite al organismo resistir mejor al estrés, mejorar el rendimiento mental y deportivo y reducir el cansancio intelectual, especialmente en los periodos invernales.
Según diversos estudios, esta planta venida del frio posiblemente fortalece la capacidad de trabajo y de concentración y reduce la sensación de cansancio general.
De la familia de las Araliáceas, como el Ginseng coreano, contiene sustancias activas, de propiedades parecidas a las de los ginsenósidos. Las dos más abundantes son los eleuterósidos B y E.
Algunas personas muy sensibles al Ginseng coreano, que lo soportan bastante mal, responden la mayoría de las veces mejor al eleuterococo.
El Shilajit
Esta sustancia bituminosa que rezuma, en la estación cálida, de peñascos escarpados de las estribaciones del Himalaya, está repleto de nutrientes y de oligoelementos, especialmente de ácido fúlvico.
La utilización tradicional del Shilajit reposa en sus propiedades de tónico potente y de adaptógeno. Su consumo regular permite el aumento de energía y resistencia, al restablecer las funciones energéticas normales de las mitocondrias. Este efecto es especialmente visible cuando el Shilajit está asociado al Coenzima Q10 ya que éste lo estabiliza en su forma activa, el Ubiquinol.
También favorece el equilibrio emocional y tiene un efecto positivo en el control del estrés y la libido.
El Astrágalo
Conocido sobre todo como una auténtica fuente de la juventud, el Astrágalo (Astragalus membranaceus) se utiliza asimismo frecuentemente en la medicina china para ayudar al organismo a protegerse del estrés cotidiano y crónico, ya sea físico, mental o emocional.
Cada individuo es diferente de su vecino, de su cónyuge o de los demás miembros de su familia. Por tanto no existe UNA planta adaptógena, sino UNAS plantas que convienen más a algunas personas.
Ésta es la razón por la cual no hay que dudar en hacer curas periódicas con una planta adaptógena, que vayan de 1 a 3 meses, y de probar otra en la cura siguiente.