
Estornudos, ojos llorosos, garganta irritada y goteo de nariz al comienzo de la primavera… Estos son los síntomas clásicos de las rinitis alérgicas estacionales que pueden aliviarse de manera duradera mediante una sustancia nutricional 100% natural:
la quercetina
Dentro de las frutas y las verduras existe una familia de compuestos conocidos por el nombre de polifenoles. Algunos de los miembros de esta gran familia, denominados flavonoides, otorgan sus bellos colores a los vegetales. Son, de hecho, los pigmentos colorantes del reino vegetal. La quercetina, un flavonol, es uno de estos valiosos flavonoides, reconocida como el más activo de la familia. Asociada con frecuencia al ácido ascórbico, mejora la acción de este último en el organismo aumentando su absorción y retrasando su eliminación. De este modo, la quercetina y la vitamina se protegen y regeneran mutuamente.
Los alimentos que aportan cantidades nada despreciables de quercetina son las cebollas (15 mg cada 100 g), las manzanas (4 mg cada 100 g), el té, la uva negra y el vino tinto, el ajo, el brócoli, las bayas rojas-violáceas, el eneldo frescos, las judías verdes y amarillas.
Como todos los flavonoides, la quercetina refuerza los pequeños vasos sanguíneos, posee virtudes antioxidantes i antiinflamatorias naturales por su acción sobre el metabolismo del ácido araquidónico y por tanto, las prostaglandinas y los leucotrienos. Su ventaja adicional en esta estación es su importante acción antihistamínica, es decir, antialérgica.
En efecto, tras diversos estudios, la quercetina es eficaz sobre la estabilización de las membranas de los mastocitos, responsables de la liberación de histamina. Al disminuir de este modo la desgranulación de estas células, actúa directamente en el origen de las reacciones alérgicas y de los síntomas vinculados.
Sin embargo, para obtener auténticos efectos antialérgicos y antiinflamatorios, es necesario recurrir a complementos alimentarios además de ingerir una alimentación rica en esta sustancia.
Los resultados de los estudios preliminares han demostrado que la biodisponibilidad en el organismo de la isoquercetina (quercetina-3-glucósido) es óptima.
La toma de isoquercetina se aconseja por tanto sobre todo en el marco de las infecciones alérgicas, ya sean digestivas o respiratorias, como el asma, la fiebre del heno, pero también el eczema y la urticaria, como complemento de la absorción del ácido ascórbico y el zinc.
Como la quercetina es sobre todo un buen agente preventivo, se debe tomar en ayunas por la mañana o fuera de las comidas principales, a razón de entre 500 y 1000 mg repartidos a lo largo del día y durante dos semanas como mínimo antes de la estación de los pólenes involucrados en la alergia y se deberá continuar hasta el fin de la estación.
La absorción de dihidroquercetina o de isoquercitrina puede completar perfectamente la toma de medicamentos antihistamínicos alopáticos. Además, según determinados estudios, las personas que han consumido de forma simultánea los medicamentos clásicos y la quercetina han notificado su atenuación más importante de sus síntomas.
Rainer Cermak et al., The bioavailibility of Quercetin depends on the glycoside moiety and on dietary factors in pigs, American Society fir Nutritional Sciences, 2003.
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