Se examinaron los datos procedentes de 525 hombres de menos de 80 años, incluidos en un estudio sueco. A estos sujetos se les había diagnosticado un cáncer de próstata entre enero de 1989 y julio de 1994. En el momento de su inclusión se les distribuyeron cuestionarios alimentarios relativos a su consumo de calorías, hierro y zinc a través de la alimentación. Las respuestas se remitieron a continuación a un estudio en el que se realizó el seguimiento de estos sujetos hasta el mes de febrero de 2009 y se confirmó la causa de todas las muertes producidas durante este periodo.
A lo largo del periodo de seguimiento, de una duración media de 6,4 años, hubo 475 muertes, de las cuales, 218 se atribuyeron al cáncer de próstata. Los hombres cuyo consumo de zinc era más elevado tenían un riesgo un 36% menor de morir de cáncer de próstata que aquellos que consumían menos.
Estos resultados refuerzan las investigaciones precedentes referentes a los efectos protectores del zinc en el caso del cáncer de próstata. Los investigadores subrayan que el zinc está implicado en una gran cantidad de funciones celulares, incluido el mantenimiento del sistema inmunitario y la reparación del ADN.
(Am. J. Clin. Nutr. 2011 Jan. 12 [Epub ahead of print] )
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