Flora intestinal: los secretos de las personas centenarias por fin descubiertos

Es un avance sin precedentes en la carrera contra el envejecimiento. Una batalla ganada más en esta guerra que enfrenta, desde siempre, a los hombres con la muerte. Ya sabíamos que los antioxidantes eran muy valiosos para reducir el envejecimiento celular y escapar a las enfermedades degenerativas. A partir de ahora¹, sabemos que las bacterias intestinales, y especialmente algunas de ellas, también desempeñan una función clave en la longevidad.

Unos investigadores han tenido la idea de estudiar la composición de la microbiota intestinal de varios grupos de personas: los adultos (de 22 a 48 años), las personas mayores (de 65 a 75 años), las personas centenarias (de 99 a 104 años) y las supercentenarias (de 105 a 109 años). Lo que han descubierto es excepcional.

Los investigadores han podido constatar en primer lugar que cuanto más envejecemos, más disminuyen las bacterias simbióticas y beneficiosas para el organismo a expensas de las bacterias malas.
Sin embargo, este reajuste no se produce en los supercentenarios . En estas personas de longevidad excepcional se encuentra una cantidad importante de bacterias indiscutiblemente asociadas a una salud de hierro. He aquí las 3 especies de bacterias encontradas que intrigan a los investigadores:

- Akkermansia muciniphila.
Totalmente desconocida hace todavía algunos años, esta bacteria especializada en la degradación de la mucina no deja de ser noticia. Hace algunos meses, unos investigadores mostraban que ésta estaba directamente asociada a un excelente estado metabólico ². Más recientemente, se evidenciaron sus calidades de probióticos : se reconoció que los niveles de Akkermansia muciniphila estaban inversamente correlacionados a los marcadores de la inflamación, a la síntesis lipídica, a varios marcadores de la diabetes, a los riesgos cardiovasculares y a los tejidos grasos de forma general. Los investigadores llegaron a la conclusión de que estas bacterias mantenían el metabolismo en buen estado, protegían del aumento de peso y del desarrollo adiposo ^{3, 4}. A continuación se administraron estas bacterias a personas en las que los niveles de esta bacteria eran muy bajos. Sin problemas, los resultados estuvieron a la altura: disminución de la inflamación, caída de los marcadores lipídicos y mejora de la glucemia ^{5, 8}. Ustedes se preguntarán seguramente dónde se puede encontrar este probiótico . Desafortunadamente, y a pesar del hecho de que se ha demostrado que estas bacterias altamente beneficiosas disminuían progresivamente con la edad, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés - European Food Safety Authority) todavía no ha podido evaluar la inocuidad de estos nuevos agentes biológicos, etapa necesaria antes de la autorización de su comercialización6. No les quepa duda de que ustedes serán los primeros de estar al corriente de su disponibilidad para el público. Mientras esperamos, un estudio ha mostrado que una dieta rica en omega-3 aumentaba la cantidad de Akkermansia muciniphila en el intestino ⁷.

- Christensenellaceae.
También en este caso, la presencia de esta familia de bacterias en los supercentenarios fue una sorpresa. Hasta ahora, estas bacterias habían estado asociadas sobre todo a la actividad física .
En definitiva, los científicos habían logrado demostrar que cuanto más ejercicio hace usted, más podría aumentar los niveles de esta bacteria en su flora intestinal ⁹. Descubrir este tipo de bacterias en personas de longevidad excepcional parece pues validar el precepto de que la actividad física es indispensable para alargar la esperanza de vida . Los mecanismos son muy conocidos, especialmente por medio de la lucha contra el estrés oxidativo, causa del envejecimiento. La presencia de estas bacterias en los supercentenarios parece por tanto lógica. En realidad, es algo más complicado, y es ahí donde la cosa se pone interesante . Resulta que estas bacterias, que tienen muchos efectos beneficiosos para el organismo (especialmente la mediación de la obesidad y la protección de la función renal), son altamente heredables . Dicho de otra manera, estas bacterias se transmiten de generación en generación por vía materna. Si estas bacterias desempeñan una función en la longevidad, hay entonces personas que parecen predispuestas a vivir más tiempo: las que se benefician de éstas desde el nacimiento . Esto podría explicar que hay familias donde se vive más tiempo, como por ejemplo la de Jeanne Calment ¹⁰.

- Bifidobacterium.
Las bifidobacterias son bacterias lácticas muy conocidas por los investigadores. Se sabe desde hace mucho tiempo que éstas actúan contra diversas enfermedades como la diarrea, el estreñimiento, el eczema o el síndrome del intestino irritable. Pero desde hace algunos años se ha revelado, el increíble potencial de estos probióticos para el organismo en su totalidad. En 2015, unos investigadores muestran que las bifidobacterias están asociadas a unos efectos antitumorales en las ratas ¹¹. La administración oral de estos probióticos mejora por sí sola el control de los tumores. Cinco años antes, otros investigadores habían evidenciado por primera vez el vínculo entre estas bifidobacterias y una ralentización del envejecimiento en ratones: una disminución de las citocinas proinflamatorias y sobre todo, un aumento de la actividad antioxidante (es decir antienvejecimiento) habiendo sido constatados después de la administración de estos probióticos ¹². Posteriormente, se han encontrado los mismos efectos en las personas mayores ¹³.
Hoy hay pruebas experimentales y clínicas de que la interacción de estos probióticos (asociados aquí y por primera vez a una longevidad excepcional ) con el sistema inmunitario no se limita a la defensa del organismo contra infecciones comunes: éstos estimulan la producción de diversos anticuerpos en el organismo humano y actúan contra el envejecimiento ^14-16.

Tener la misma flora intestinal que los supercentenarios: ¿no es tan complejo?

¿Cómo demonios han logrado estas personas supercentenarias cultivar y mantener esta flora intestinal? ¿Se han beneficiado de ésta desde el nacimiento y han logrado conservarla a lo largo de toda su vida? ¿Han llevado éstas personas un estilo de vida que ha posibilitado su desarrollo (actividad física periódica, nutrición adecuada)? Probablemente las dos cosas .
Para estas y los que no tendrían la suerte de tener una familia cuyos miembros viven tradicionalmente hasta una edad avanzada, las opciones de vida se hacen rápidamente cruciales para esperar una larga longevidad, incluso si el azar siempre interviene.
Sin embargo existe una tercera vía que permite obtener esta sabia mezcla microbiótica. Una tercera vía que no entierra la segunda, igualmente indispensable, pero que permite poner toda la suerte de su lado: los complementos alimenticios. Si por ahora, las bacterias Akkermansia muciniphila y Christensenellaceae no están todavía disponibles en el mercado, los probióticos de tipo Bifidobacterium no esperan más que a poder ayudar a su intestino a combatir las múltiples patologías asociadas al envejecimiento. Y a acompañarle lo más lejos posible.
Secadas a baja temperatura, las bacterias que usted puede adquirir están latentes en forma deshidratada pero se activan al contacto de su organismo. Sus cápsulas gastrorresistentes les ayuda a soportar el viaje y les permiten llegar vivas al intestino. Dispuestas a actuar durante mucho tiempo.

Ralentizar el envejecimiento, prolongar la esperanza de vida: dos sueños accesibles

En 1992, un demógrafo célebre estimó que la longevidad media podría llegar a 150 años en 2050. En realidad, un aumento tal no podría hacerse más que si se realizaran inmensos progresos médicos (especialmente respecto a los telómeros) y que se difundieran instantáneamente por toda la sociedad y tuvieran efectos inmediatos en las personas, lo que parece bastante poco probable. Por tanto esta previsión parece, a posteriori, exagerada. Sin embargo algunos laboratorios poco escrupulosos no dudan en prometer lo imposible a personas que desean hacer retroceder la fecha fatal, en venderles productos milagro a precios prohibitivos. Seamos claros : estos productos no existen en la actualidad. Sin embargo, los productos que permiten frenar el envejecimiento, prolongar al máximo la esperanza de vida, y sobre todo, aumentar la duración de la vida sin incapacidad (¿de qué sirve vivir hasta una edad avanzada si usted no puede beneficiarse de ello?) efectivamente existen. Los estudios realizados sobre la ciudad de Loma Linda, en la isla de Okinawa y en Cerdeña, 3 lugares donde tradicionalmente se vive hasta una edad avanzada , han permitido arrojar luz sobre la importancia de ciertos factores que influyen en la longevidad (el círculo social, la dieta vegetariana, la actividad física, la restricción calórica, los polifenoles, los cereales integrales…). El estudio sobre las personas “supercentenarias” ha permitido revelar el potencial de los probióticos. ¿Cuál será el siguiente?

Para explicar su asombrosa longevidad, nuestra fallecida supercentenaria Jeanne Calment decía, al linde de sus 120 años: "Yo he apartado los malos momentos. Yo elijo, yo no sufro." ¹⁷. ¿Y usted, ha elegido usted sufrir?

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Referencias
1. Biagi E, Franceschi C et al. Gut Microbiota and Extreme Longevity. Curr Biol. 2016 Jun 6;26(11):1480-5. doi: 10.1016/j.cub.2016.04.016.
2. Dao MC, Everard A & al. Akkermansia muciniphila and improved metabolic health during a dietary intervention in obesity: relationship with gut microbiome richness and ecology. Gut. 2016 Mar;65(3):426-36. doi: 10.1136/gutjnl-2014-308778.
3. Everard A. et al. Cross-talk between Akkermansia muciniphila and intestinal epithelium controls diet-induced obesity. Proc Natl Acad Sci USA 110, 9066–9071, doi: (2013).
4. Shin N. R. et al. An increase in the Akkermansia spp. population induced by metformin treatment improves glucose homeostasis in diet-induced obese mice. Gut 63, 727–735, doi: (2014).10.1136/gutjnl-2012-303839
5. Collado M. C., Derrien M., Isolauri E., de Vos W. M. & Salminen S. Intestinal integrity and Akkermansia muciniphila, a mucin-degrading member of the intestinal microbiota present in infants, adults, and the elderly. Appl Environ Microbiol 73, 7767–7770, doi: (2007).10.1128/AEM.01477-07
6. Gomez-Gallego C, Pohl S. & al. Akkermansia muciniphila: a novel functional microbe with probiotic properties. Benef Microbes. 2016 Jun 13:1-14.
7. Caesar R., Tremaroli V., Kovatcheva-Datchary P., Cani P. D. & Backhed F. Crosstalk between Gut Microbiota and Dietary Lipids Aggravates WAT Inflammation through TLR Signaling. Cell Metab, doi: (2015).10.1016/j.cmet.2015.07.026
8. Schneeberger M, Everard A & al. Akkermansia muciniphila inversely correlates with the onset of inflammation, altered adipose tissue metabolism and metabolic disorders during obesity in mice. Sci Rep. 2015 Nov 13;5:16643. doi: 10.1038/srep16643.
9. Tzu-Wen Liu, Young-Min Parl et al. Physical Activity Differentially Affects the Cecal Microbiota of Ovariectomized Female Rats Selectively Bred for High and Low Aerobic Capacity. PLoS One. 2015; 10(8): e0136150.
10. Étienne-Émile Baulieu, La quête de la jouvence, Les Tribunes de la santé, 2006/4 (no 13), Pages 120, DOI : 10.3917/seve.013.0069
11. Sivan A, Corrales L et al. Commensal Bifidobacterium promotes antitumor immunity and facilitates anti-PD-L1 efficacy. Science. 2015 Nov 27;350(6264):1084-9. doi: 10.1126/science.aac4255. Epub 2015 Nov 5.
12. Fu YR, Yi ZJ et al. Effects of Bifidobacterium bifidum on adaptive immune senescence in aging mice. Microbiol Immunol. 2010 Oct;54(10):578-83. doi: 10.1111/j.1348-0421.2010.00255.x.
13. Akatsu H, Iwabuchi N et al. Clinical effects of probiotic Bifidobacterium longum BB536 on immune function and intestinal microbiota in elderly patients receiving enteral tube feeding. JPEN J Parenter Enteral Nutr. 2013 Sep;37(5):631-40. doi: 10.1177/0148607112467819. Epub 2012 Nov 27.
14. Arunachalam K, Gill HS, Chandra RK. Enhancement of natural immune function by dietary consumption of Bifidobacterium lactis (HN019).Eur J Clin Nutr. 2000 Mar;54(3):263-7.
15. Meydani SN, Ha WK. Immunologic effects of yogurt.Am J Clin Nutr. 2000 Apr;71(4):861-72.
16. Sheih YH, Chiang BL, et al. Systemic immunity-enhancing effects in healthy subjects following dietary consumption of the lactic acid bacterium Lactobacillus rhamnosus HN001.J Am Coll Nutr. 2001 Apr;20(2 Suppl):149-56.
17. Martine Lani-Bayle LES CHEMINS DE LA MÉMOIRE, Martin Média, « Le Journal des psychologues » 2012/4 n° 297, pages 33- 37.