Solo para sus ojos

No espere a perder la vista para preocuparse por sus ojos. Y si ve manchas oscuras u observa que su visión disminuye, reaccione todavía más rápido.

Existen dos amenazas principales para los ojos: las cataratas y la degeneración macular ligada a la edad o DMAE.

La catarata se origina cuando el cristalino, esa pequeña lente oval situada detrás de la pupila, pierde su transparencia. Cuando el cristalino se opacifica, los rayos luminosos llegan peor a la retina.

Aparecen manchas grisáceas en el campo de visión. El término catarata procede de esa sensación de mirar a través de un salto de agua Las cataratas pueden corregirse mediante cirugía (250 000 operaciones cada año en Francia, es decir, es la intervención quirúrgica más practicada).

La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es en cambio una enfermedad temible que afecta a la retina y supone una pérdida progresiva de la visión. En 2007 se calculaba que el número de personas afectadas por esta enfermedad era de 608 000 en la Francia metropolitana, es decir cerca del 3% de los 21 millones de franceses de más de 50 años. Hasta ahora, la cirugía no ha ofrecido resultados demostrados o duraderos.

La visión borrosa causada por la DMAE al principio es una simple molestia, pero no tarda en dificultar las actividades cotidianas, como leer un letrero o unas instrucciones de uso. Más adelante puede provocar accidentes de coche si se le pasa un panel de señalización, o caídas, si no ve un escalón o un bordillo. Puede además cometer un error fatal como en el caso, por ejemplo, de no poder leer con claridad el prospecto de un medicamento.

Pero con la vista también desaparecen los grandes placeres de la vida: cuando leer un libro, ocuparse del jardín, hacer punto, maravillarse ante el espectáculo de la naturaleza, detenerse ante un paisaje, visitar una exposición ya no produce la misma alegría porque ya no percibe los detalles; cuando hasta los rostros de sus seres queridos o la sonrisa de un niño se le aparecen entre una neblina; cuando ya no puede realizar ninguna tarea que exija manipular objetos pequeños o hacer gestos precisos; entonces se da cuenta que la fuente de la existencia se le escapa.
Para reducir los riesgos debe preocuparse de "alimentar" sus ojos.

Sus ojos: el órgano más agredido

Los ojos son uno de los órganos de su organismo que más ataques recibe, sobre todo en la actualidad, debido al uso generalizado de las pantallas luminosas (ordenador o Smartphone) y la contaminación.

De hecho, sus ojos son una máquina de concentración de luz, gracias a un ingenioso apilamiento de córnea, iris, cristalino, retina, mácula.

Esto le permite percibir una increíble profusión de detalles de su entorno cercano y lejano: se calcula que el 80% de nuestras percepciones sensoriales proviene de la vista. Pero dese cuenta que esta enorme cantidad de luz golpea una superficie de unos centímetros cuadrados situada en el fondo de su ojo, la retina, y más concretamente, una minúscula zona denominada "mácula" que es responsable de la visión central. La mácula es la que permite ver las formas, los colores y los detalles de forma clara y nítida.

Su retina y su mácula están tapizadas de células. Estas células tienen la forma de conos y de bastoncillos. Los bastoncillos permiten ver el negro y el blanco, los conos, los colores.

Cuando estas células son bombardeadas durante todo el día por partículas de luz de alta energía, los fotones, pueden acabar dañándose. Cono y bastoncillos pueden morir y entonces la visión se vuelve borrosa.

No tiene por qué esperar de brazos cruzados a que la fatalidad se abata sobre usted.

La degeneración macular puede ralentizarse

La naturaleza produce sustancias vegetales y animales que pueden ayudarle a conservar la vista. No afirmo que le vayan a garantizar una vista de lince hasta los 90 años. Pero:

• si aun no tiene problemas de visión;
• si tiene más de 55 años y sobre todo, si es usted una mujer;
• o si tiene un principio de degeneración macular o de catarata,

puede empezar hoy a hacer algunas cosas que le evitarán muchos problemas en el futuro:

Seis estrategias para proteger sus ojos de manera natural

Le diga lo que le diga su médico, hay medios para proteger los ojos:
- Dejar de fumar: todos los humos que se introducen en el cuerpo, incluidos los gases de escape, aportan miles de millones de radicales libres, moléculas agresivas que son capaces de dañar o destruir las células. Las células de la retina y de la mácula son especialmente sensibles a los radicales libres, ya que su fuerte exposición a la luz les impone una tensión permanente. No le añada más con el humo del cigarrillo;

- Vigilar le tensión: el ojo está tapizado de vasos sanguíneos microscópicos, los capilares, que irrigan las células de la vista. Si su presión sanguínea es muy alta (y recuerde que no hay manera de saberlo si no se la toma con regularidad), sus capilares se verán dañados;

- Prestar atención a la glucemia: una tasa excesiva de glucosa en la sangre daña gravemente los capilares. Esta es la razón por la que los diabéticos corren un riesgo importante de quedarse ciegos, o incluso de sufrir una amputación si se destruyen los vasos sanguíneos y los miembros ya no reciben sangre;

- Comer muchas verduras verdes, en particular col rizada, espinacas y brócoli: los estudios han mostrado que una alimentación así mejora la vista, ya que las verduras son ricas en carotenoides, en concreto luteína y zeaxantina;

- Aumentar los aportes de omega-3, consumiendo más pescados grasos o tomando complementos omega-3. Un estudio publicado en agosto de 2001 en la revista Archives of Ophtalmology mostró que una alimentación equilibrada en omega-3 mejora la visión.

- Comer pequeños frutos negros: grosellas, arándanos, moras. Son ricos en antocianos, pigmentos que actúan como la "crema solar" para las células, protegiéndolas de los daños causados por la absorción de los rayos verdiazulados y ultravioletas.

En el caso de las personas de más de 50 años que temen la evolución de su vista, debe preverse la toma de complementos alimentarios.

En la actualidad se dispone de diversos productos muy innovadores que contienen antioxidantes liposolubles e hidrosolubles. Enseguida lo va a comprender:

En el centro del dispositivo se encuentran dos antioxidantes

Los antioxidantes son moléculas que destruyen los radicales libres que dañan o destruyen las células.

Los antioxidantes que actúan en los tejidos adiposos (grasos) deben ser liposolubles, es decir, solubles en los lípidos (grasas). Los que actúan en los tejidos acuosos (no grasos) deben ser hidrosolubles, es decir, solubles en agua.

Para proteger las diferentes partes vitales de los ojos se necesitan antioxidantes liposolubles e hidrosolubles.

Entre los antioxidantes liposolubles que pueden proteger sus ojos, los dos más importantes son: la luteína y la zeaxantina.

Dos escudos para la salud de los ojos

La luteína y la zeaxantina son compuestos denominados xantófilos, pigmentos amarillos que se encuentran de forma natural en muchas plantas y vegetales. Sin embargo, la luteína parece de color rojo anaranjado cuando está concentrada.

En la naturaleza, la luteína y la zeaxantina sirven para absorber el exceso de luz que podría dañar las plantas, en particular los rayos muy energéticos de la luz solar azul.

En el ser humano, la luteína y la zeaxantina alimentarias se concentran, sin que se sepa exactamente cómo, en la mácula del ojo, lo que da a la mácula un color amarillo.

Parecen tener una potente función antioxidante para proteger las células del ojo contra los efectos destructores de los radicales libres, en concreto contra la degeneración macular:

- Diversas investigaciones publicadas en Nutrition & Metabolism concluyeron que la luteína y la zeaxantina aumentan la densidad óptica de los pigmentos maculares de los ojos de la mayoría de personas. Esto pigmentos maculares se consideran protectores contra la degeneración macular;
- Varios estudios publicados en las revistas científicas American Journal of Epidemiology, Ophthalmology and Archives of Ophthalmology constataron que una tasa más elevada de luteína y zeaxantina en la alimentación se asocia a una menor incidencia de degeneración macular;
- Dos estudios publicados en la revista Investigative Ophthalmology and Visual Science constataron que los ojos que contenían el nivel más elevado de pigmentos maculares eran menos susceptibles de tener o padecer una degeneración macular;
- Los autores de un artículo de investigación publicado en la revista Archives of Biochemistry and Biophysics en agosto de 2010 concluyeron que la luteína y la zeaxantina filtran la luz de onda corta y previenen o reducen la formación de radicales libres en el epitelio pigmentario retiniano y la coroides (la capa vascularizada del ojo). Sugieren además que una mezcla de xantófilos es más eficaz que uno solo a la misma concentración.

También actúa contra las cataratas

Además de proteger la retina, la luteína y la zeaxantina supuestamente pueden reducir el riesgo de cataratas.

Estudios recientes publicados en la revista Archives of Ophtalmology han concluido que una alimentación rica en estos dos compuestos, así como en otros carotenoides, se asociaba a un menor riesgo de cataratas en las mujeres.

Reforzar el efecto antioxidante

Pero tomar complementos alimentarios simples de luteína y zeaxantina solo representa el mínimo indispensable.

Usted puede reforzar el efecto antioxidante de estas sustancias tomando simultáneamente otros antioxidantes naturales, como sobre todo vitamina C, betacaroteno, vitamina E y selenio. El glutatión y el ácido R-lipoico son también muy útiles. Todo lo que contribuya a combatir los radicales libres y proteger los vasos sanguíneos es bueno para sus ojos.

Los beneficios del arándano

Sepa además que la tradición dice que los arándanos permiten tratar los problemas de la circulación venosa y determinadas enfermedades del ojo, en especial la retinopatía diabética, el glaucoma y las cataratas. Muchos médicos recomiendan a sus pacientes extractos de arándano para mejorar su vista.

También se cuenta que los pilotos de la Royal Air Force británica comían arándanos durante la Segunda Guerra Mundial para combatir los deslumbramientos y sobre todo para ver mejor por la noche (la mayoría de las misiones eran nocturnas, para escapar de los disparos antiaéreos). Los estudios clínicos llevados a cabo tras la guerra no confirmaron estos efectos, pero cabe reseñar que se realizaron en personas que ya tenían una vista normal, por lo que tenían pocas posibilidades de mejorar. La acción de los extractos de arándano para aliviar la fatiga visual, por el contrario, está bien demostrada.

Las propiedades medicinales del arándano podrían deberse a su alta concentración en pigmentos de la familia de los antocianósidos y en flavonoles, un tipo de flavonoide entre los que se encuentra la quercetina.

Actualmente en Estados Unidos la grosella negra es también objeto de un interés creciente para la prevención de las enfermedades oculares gracias a su riqueza en antocianos (de 190 a 270 mg en 100 g), un potente antioxidante.

Es una razón más para consumir cada día gran cantidad de frutos azules y negros. También puede tomar a diario, como prevención, una formulación que aporte a la vez extractos de arándanos y de grosella negra, luteína y zeaxantina, así como otros antioxidantes protectores.